Quedó postergada para el lunes 17 o el martes 18 en el Congreso. El motivo principal es que el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, deben mantenerse aislados por ser contactos estrechos.
Pero también hay enojos en el oficialismo por las declaraciones de Juntos por el Cambio y desinteligencias acerca de quiénes deben participar del encuentro.
Entre las contradicciones que surgen desde Juntos por el Cambio, el enojo por el tono de algunas declaraciones y los aislados por coronavirus, la reunión entre el ministro de Economía, Martín Guzmán, y representantes de la oposición está envuelta en más dudas que certezas.
En la Casa Rosada estaban contrariados por las exigencias públicas que plantearon algunos referentes opositores para sentarse con el ministro y en el Congreso aseguraban que la falta de una jefatura definida en la bancada macrista les hacía muy difícil arreglar las condiciones. En definitiva, el aislamiento del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, por ser contactos estrechos de contagiados resultó la excusa perfecta para postergar el encuentro que ahora quedó pautado para el lunes 17 o el martes 18 de enero.
Declaraciones
Las declaraciones del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y de la titular del PRO, Patricia Bullrich, criticando a Guzmán y advirtiendo que debía darle mayores precisiones en la reunión que mantendrán no sólo enojó al Gobierno sino que también planteó en el interior del Frente de Todos el interrogante de hasta qué punto había que tener paciencia con la oposición que tomó la deuda. El jueves, unos 50 diputados del oficialismo criticaron a través de las redes sociales esta intención de condicionar el diálogo.
«Son dos veces irresponsables: antes, cuando contrajeron la deuda; y ahora, cuando no se involucran en la solución», escribió Carlos Heller, presidente de la comisión de Presupuesto, uno de los que dedicó un hilo a la cuestión.