Miguel Angel «Mameluco» Villalba y su hijo Iván «El Salvaje» Villalba fueron procesados este viernes como sospechosos de liderar desde la cárcel una organización narco que operaba al menos desde agosto del 2020 en distintos asentamientos del noroeste del conurbano, y a la que se vincula con la droga cortada con carfentanillo que causó a principios de febrero pasado 24 muertos y más de 80 intoxicados, informaron fuentes judiciales.
El procesamiento fue dictado por la jueza federal 2 de San Martín, Alicia Vence, quien imputó a ambos el delito de «organización y financiación de un grupo de personas dedicado a la comercialización de estupefacientes y de la tenencia de armas y municiones de guerra, sin la debida autorización legal», y les trabó un embargo de 10 millones de pesos a cada uno de ellos.
En la misma resolución, la jueza también procesó a otras 13 personas por la comercialización de drogas y tenencia de armas y municiones, y les trabó 5 millones de pesos de embargo; mientras que a 1 lo procesó solo por la venta de estupefacientes y le trabó un embargo de un millón y medio de pesos.
Estas últimas 14 personas habían sido detenidas (y seguirán con prisión preventiva) el 22 de febrero durante más de 40 allanamientos realizados por personal de la Policía Federal y de la bonaerenses en distintas viviendas de asentamientos de los partidos de San Martín, Tres de Febrero y Hurlingham, en el marco de un operativo bautizado por los investigadores como «Droga Salvaje», que fue solicitado por el fiscal federal Paul Starc.
Para la jueza Vence, «Mameluco» Villalba (59) y su hijo «El Salvaje» (30) eran los «encargados de la estructura criminal» desde sus lugares de detención: el mayor desde la cárcel de Rawson y el menor desde el penal de Magdalena.
En tanto, en base a escuchas telefónicas y declaraciones de testigos, los investigadores lograron determinar que el resto de los detenidos cumplían distintas actividades dentro de la organización delictiva.
Entre los detenidos está Matías Pare y Ruiz, alias «Mocho», quien fue apuntado por los investigadores como la mano derecha de los Villalba y quien trasladaba las órdenes de sus jefes al resto de la organización.