Damián Regalini, dirigente pyme del sector textil, opinó que en la actualidad es “difícil” para una pequeña y mediana empresa pensar en un bono donde se distribuyan las ganancias: “Hoy estamos en un proceso de recuperación de rentabilidad después de años críticos, por lo que hoy lo veo casi imposible, podría ser más viable para una empresa grande o con posición dominante en el mercado”. Por otro lado, Regalini, miembro de Protejer, agregó: “En una pyme el dueño no reparte dividendos, y aun aunque maneje una buena rentabilidad, ese dinero se utiliza para reinvertir por la falta de financiamiento”.
En la misma línea, Leo Bilanski, titular de la asociación pyme ENAC, dijo estar “de acuerdo” con la participación de la ganancia de los trabajadores, pero opinó que “no están dadas las condiciones” en la actualidad. El dirigente pyme contó que hay tres tipos de empresas en el sector privado: “Están las grandes, totalmente formalizadas, con salarios promedio de $120 mil. Después las pymes, con informalidad parcial, salarios promedio de $60 mil y mayoritariamente sin sindicatos. Y por último las cooperativas o de la economía popular, con trabajadores informales con ingresos mensuales de $30 mil. En estos últimos dos casos no hay chances de estructurar un bono por ganancias, si las pymes pagan aguinaldo es un logro”.
Por su parte, Alejandro Bartalini, de Industriales Pymes (IPA), se mostró a favor de discutir este tipo de bonos, pero aseguró que tiene que darse en el marco de una negociación. Desde IPA plantean modificar las indemnizaciones por un fondo compensatorio, que le sirva al trabajador si renuncia o cuando se jubile, y explicó que la distribución de ganancias podría ir a ese fondo. “Vamos a ceder si nos aseguramos seguridad jurídica, porque las pymes podemos fundir con un juicio laboral”, aseguró.
Sin embargo, al igual que otros dirigentes pymes, se refirió a la actual crisis económica: “En mi opinión personal, la distribución de ganancias tiene que existir, pero en el caso de las pymes en menores montos. El tema es que con la situación actual hoy es imposible”.
En cámaras empresarias con presencia en todo el país, que discuten paritarias con los gremios de mayor representación, esperan que el planteo esté sobre la mesa en la reapertura de paritarias, con conversaciones que comenzarán en marzo. El Gobierno ve la lógica de la participación de ganancias con buenos ojos, como señal a su aliado político, el sindicalismo, y bajo la premisa de que los salarios le ganen a la inflación. Pedro Wasiejko, miembro de la CTA, contó: “En la reunión que mantuvimos con Alberto Fernández y la CTA en diciembre, dialogamos sobre la importancia de promover este tipo de cláusulas en los convenios colectivos de trabajo, y planteó estar de acuerdo”.
De todos modos, importantes cámaras empresarias consultadas por Ámbito que prefirieron no ser mencionadas adelantaron que se resistirán. Desde el sector automotriz, opinaron: “Si participás en ganancias estás a un paso de participar en decisiones de algo que no es patrimonialmente tuyo, y eso es una zona gris del capitalismo. Pero aparte es impracticable porque las discusiones se dan por actividades, y adentro las empresas son muy heterogéneas”. Además, la misma fuente planteó que “el mejor incentivo y el más justo” es el que se otorga por productividad, con indicadores que mezclan la productividad individual y total de los trabajadores. Desde el sector metalúrgico, agregaron que todas las discusiones deben darse “por empresa”. Si bien hoy el mecanismo más generalizado son los bonos por presentismo, la fuente aseguró que el mejor esquema para “agregar valor” es el que mejora la productividad.
En tanto, Sergio González, quien fue gerente de recursos humanos de importantes empresas, aseguró que no ve viable bonos de esta magnitud: “$750 mil son 5 o 7 sueldos de un promedio de convenio, no es lo que puede manejar una compañía en este contexto”. El experto en gestión de capital humano opinó que donde observa “modalidades disruptivas” en concepto de bonos es en las compañías que buscan retener talento, por tratarse de perfiles escasos, como en tecnología.