Reino Unido elevó hoy a «grave» el nivel de alerta ante una amenaza terrorista, el segundo escalafón más alto y según el cual es «muy probable» que se produzca un atentado en territorio británico, tras los recientes tiroteos en Viena y varios ataques en Francia.
«Es una medida de precaución que no está basada en una amenaza en particular», indicó la ministra del Interior, Priti Patel, citada por la agencia de noticias AFP.
El Centro Conjunto de Análisis de Terrorismo, dependiente del MI5 -el servicio de Inteligencia interior-, consideró que es necesario elevar de «sustancial» a «grave» el grado de alerta.
El nivel de alerta, que estaba desde noviembre de 2019 en «sustancial», pasa ahora a «grave» -cuarto en una escala de cinco grados-, cuando un ataque terrorista es «muy probable», precisó el servicio de inteligencia MI5, al anunciar el cambio en su sitio de internet.
Las autoridades británicas e Reino Unido aumentaron el nivel de amenaza, un día después del ataque en la capital de Austria, en el que murieron cuatro personas, y cinco días más tarde del ataque ocurrido en una basílica de Niza, el el este de Francia, en el que fallecieron tres personas después de ser acuchilladas.
Ambos ataque fueron atribuidos a islamistas radicalizados, al igual que el reciente asesinato de un profesor cerca de París.
Varios ataques considerados terroristas tuvieron lugar en los últimos meses en Reino Unido.
Un yihadista en libertad condicional asesinó a dos personas en noviembre de 2019 en el corazón de la capital británica, antes de ser abatido por la policía en el puente de London Bridge.
Tres personas también resultaron heridas en un ataque con cuchillo, de carácter islamista, en una calle comercial el pasado 2 de febrero.
El 20 de junio, otro ataque con cuchillo causó tres muertos en el parque de Reading, situado a unos 60 kilómetros al oeste de Londres.
La ministra del Interior explicó entonces que en los últimos tres años los servicios de seguridad evitaron 25 posibles atentados, ocho de ellos planeados por ultraderechistas, y se mostró preocupada por el peligro creciente de «actores aislados».
El nivel «grave» es el segundo nivel más alto, con solo «crítico» por encima, que se alcanzó en mayo de 2017 después del atentado del Manchester Arena, en el que murieron 22 personas y más de cien resultaron heridas.