El primer ministro Boris Johnson adelantó hoy que las personas que regresen a Inglaterra desde ciertos países de «alto riesgo», como los sudamericanos, Sudáfrica y Portugal, tendrán que hacer una cuarentena obligatoria en un «alojamiento proporcionado por el gobierno» durante diez días, apenas un día después de que superó los 100.000 muertos.
El anuncio oficial se conoció el mismo día que el país reportó 1.725 nuevos muertos por coronavirus, la segunda mayor cifra desde que comenzó la pandemia. El pico había sido hace una semana cuando registró 1.820 en solo 24 horas.
Además, el número de contagios ascendió a 25.308 en 24 horas, frente a los 20.089 de ayer, lo que acaba con una serie de cuatro jornadas consecutivas de infecciones en descenso; y la presión sobre el sistema sanitario se mantiene elevada, con 3.961 pacientes de cuidados intensivos ayer, frente a 4.032 del lunes pasado.
La situación en el país es tan dramática que fue el eje de una sesión de preguntas en el Parlamento británico al primer ministro.
En ella, Johnson explicó que la nueva medida que será informada en detalle la semana que viene, tiene como objetivo evitar que nuevas variantes del coronavirus lleguen al Reino Unido.
Según informó el primer ministro a los parlamentarios, los visitantes o residentes serán recogidos directamente del aeropuerto y trasladados a los hoteles dispuestos por el Gobierno.
Johnson dijo que el Departamento de Salud y Asistencia Social está trabajando para establecer instalaciones de cuarentena «lo más rápido posible».
Dejó en claro también que, según la cuarentena que rige en casi todo el país, es ilegal salir de las casas para viajar al extranjero o por motivos de ocio.
Por eso, explicó, en los puertos y aeropuertos, les preguntarán a las personas por qué se van y les darán instrucciones para que regresen a sus domicilios si no tienen una razón válida para viajar.
Por su parte la ministra del Interior, Priti Patel, informó también a los parlamentarios que los detalles completos de los planes de cuarentena en los hoteles no se anunciarán hasta la próxima semana.
Según la funcionaria británica, hay muchas personas que entran y salen del país todos los días y el Gobierno quiere reducir estos números, para evitar poner en peligro el programa de vacunación contra el coronavirus que lleva adelante el Reino Unido.
Se estima que el costo del hotel o el alojamiento, que estarán vigilados por el Gobierno, estará a cargo de los pasajeros.
Dijo además que la policía intensificará los controles sobre las personas que deben aislarse por sí mismas, y el Gobierno continuará imponiendo su prohibición de la «lista roja» sobre las llegadas de determinados países.
Las personas que lleguen de algunos de los 22 países a los que no se les puede negar la entrada, incluidas los ciudadanos que regresan a sus hogares, tendrán que aislarse durante diez días, sin exenciones.
En cuanto a las personas que que quieran salir del Reino Unido, tendrán que hacer una declaración por escrito explicando por qué necesitan viajar, «ir de vacaciones no es una razón aceptable».
Por otro lado, el primer ministro, informó que las escuelas podrían continuar cerradas hasta el 8 de marzo, para la mayoría de los alumnos, aparte de los niños vulnerables y los de los trabajadores esenciales.
Además adelantó que el Gobierno establecerá un plan a partir del 22 de febrero para salir de la cuarentena por fases.