Rusia informó este viernes que comenzó a retirar más tanques y aviones de la frontera con Ucrania y de la Península de Crimea, en un contexto de temores occidentales de un inminente ataque, potenciado por otro anuncio, apenas horas después, de maniobras de sus «fuerzas estratégicas» en la región limítrofe previstas para mañana, que incluirán disparos de misiles balísticos y de crucero.
Entretanto, nuevos bombardeos se registraron cerca de la ciudad ucraniana de Stanytsia Lugansk (este), bajo control de las fuerzas gubernamentales que luchan contra separatistas prorrusos, mientras autoridades de los dos países cruzan acusaciones mutuas respecto del comienzo de acciones militares cada vez más violentas.
«Otro tren militar con personal y material perteneciente a unidades de tanques del Ejército del distrito militar del oeste regresó a sus bases permanentes» en la región de Nijni Novgorod, a más de 1.000 kilómetros de Ucrania, indicó el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado.
Rusia ha desplegado más de 150.000 soldados en las cercanías de Ucrania, lo que hace temer una invasión a ese país, algo que Moscú desmiente
Estas fuerzas regresan a sus bases «tras haber terminado un ejercicio de entrenamiento planificado».
Un vocero de la flota rusa, citado por la agencia de noticias Interfax, anunció por su parte que diez bombarderos Su-24 estacionados en Crimea partieron de la Península anexada por Rusia en 2014 con destino a otros aeródromos rusos en el marco de un ejercicio.
Según Estados Unidos, Rusia ha desplegado más de 150.000 soldados en las cercanías de Ucrania, lo que hace temer un invasión a ese país, algo que Moscú desmiente.
Sin embargo, horas después Rusia anunció que el sábado realizará maniobras de sus fuerzas estratégicas.