La restauración del ambiente y la recuperación de distintas especies autóctonas, como el puma, el guanaco y el huemul, es a lo que se dedican guardaparques, veterinarios, biólogos y técnicos de campo, entre otros profesionales, que forman parte de un proyecto de resilvestración en la provincia de Santa Cruz, en el marco de una de las mayores olas planetarias de pérdida biológica.
Entre tres y un año atrás, Emanuel Galetto, Federico Castro y Matías Chambón decidieron dejar sus ciudades e irse a vivir y a trabajar inmersos en la estepa profunda, los cañadones y las mesetas de altura que conforman el Parque Patagonia Argentina, un complejo de reservas públicas y privadas localizado en el noroeste santacruceño.
Con base en la estación biológica El Unco, antiguo casco de una estancia ganadera, el equipo se dedica al proceso conocido internacionalmente como «rewilding» (resilvestración, en castellano) por su término en inglés, que consiste en restaurar los ambientes degradados con el fin de que su fauna -en muchos casos extinta o presentes en bajo número- recupere su estado silvestre original.
«Trabajar acá te permite ver la naturaleza de una manera más integral y reconocer en profundidad las distintas piezas que conforman este ecosistema tan fascinante», expresó Federico (25), guardaparques egresado de la Universidad de Misiones (UM) y oriundo de la localidad bonaerense de San Nicolás.
Como todo en aquella planicie indómita, el trabajo con fauna los obliga a entregarse ante la incertidumbre que su silvestría supone.
Si bien allí la rutina «es imposible de predecir» -advirtió Federico-, en general dedican sus días a la captura y monitoreo de distintos animales y el posterior análisis de sus hábitos, comportamientos e interacción con las demás especies.
En la actualidad, el equipo monitorea a través de collares satelitales con señal GPS a 16 pumas, más de 30 guanacos, 7 choiques y 13 huemules, entre otros animales.