La base monetaria creció en torno a 100% en los primeros seis meses del año mientras que hace un año ese crecimiento había sido de apenas 13%. También en términos ampliados hubo expansión
Fotografía de archivo del presidente de Argentina, Javier Milei. EFE/EPA/Martin Divisek
La “Fase 2″ del programa económico anunciado por el ministro de Economía, Luis Caputo y el titular del Banco Central, Santiago Bausili, sigue generando repercusiones no sólo en el mercado sino también entre economistas, incluso de aquellos de orientación más ortodoxa, quienes advierten que si bien se anunció un plan de “emisión cero”, lo cierto es que en lo que va de este año, el Banco Central emitió más pesos que en el mismo período del año pasado.
La cuenta sencilla que circula entre los analistas se basa en el aumento de la base monetaria de los primeros 6 meses de este año, que fue de $8,9 billones, es decir aproximadamente 100% por encima del mismo período del año pasado, comparado con tan solo $0,7 billones durante el primer semestre del 2023, una suba de apenas 13%, lo que en rigor implicó una contracción de 25% ya que en ese período la inflación fue de 51% acumulada mientras que en 2024 la inflación acumulada fue de 82%. Es decir, según estos cálculos la base monetaria creció un 5% en términos reales.
“En el primer semestre del 2023 la expansión monetaria simple, sin pasivos remunerados, aumentó un 13%. Y en el primer semestre de este año la suba fue del 110%. ¿Qué significa eso? Que hay un festival de emisión monetaria que explica la licuación del gasto público. Más que motosierras fue licuadora. Y, por otro lado, eso también explica el aumento que estamos teniendo en todos los dólares, desde el libre hasta los financieros. Estamos frente a una situación en la cual esto puede llegar a impactar todavía más en la inflación en los próximos meses”, explicó Roberto Cachanosky, a pesar de que el IPC está, desde enero, claramente con tendencia a la baja.
IPC de mayo
En cualquier caso, la promesa del plan de Caputo consiste, en su nueva fase, en que el “déficit cero” convergerá a “emisión cero”. Para ello, además de mantener el superávit como única vía para cerrar la canilla de emisión para financiar al Tesoro, el Gobierno avanza en la eliminación de los pasivos remunerados del BCRA (los pases) para eliminar también la emisión por intereses. Es decir, que el BCRA deba emitir base para cubrir los intereses por los pasivos que emite para hacer operaciones de esterilización. Ese mecanismo es el que se buscará, a partir de ahora, anular.