El presidente Alberto Fernández declaró durante casi tres horas como testigo por pedido de la defensa de Cristina Fernández de Kirchner.
Dijo que el criterio para distribuir la obra pública «es político, la política es el arte de manejar la realidad y la realidad es cambiante”.
Alberto Fernández negó este martes la existencia de «arbitrariedades» en la distribución de obra pública nacional y sostuvo que le llama «mucho la atención» lo que se debate en el juicio oral por presuntas irregularidades en la provincia de Santa Cruz, al declarar como testigo y responder preguntas de la defensa de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Dijo que se está juzgando a la actual vicepresidenta por «decisiones políticas no judiciables» ante el Tribunal Oral Federal 2, en los Tribunales Federales de Comodoro Py.
El Presidente tuvo que contestar infinidad de veces la misma pregunta formulada de distintos modos, vinculada al criterio para distribuir la obra pública.
Destacó que el expresidente Néstor Kirchner «siempre fue muy cuidadoso con las cuentas públicas» y remarcó que «tenía casi una obsesión con eso, que tuvo primero como gobernador y luego como Presidente».
Cuando le preguntaron por primera vez cuál era el criterio para distribuir obra pública, el Presidente dijo que “son criterios discrecionales que tienen que ver con las necesidades que en cada jurisdicción se enfrentan. Eso no tiene una regla. Los criterios son criterios de lo que uno entiende de que lo que en ese momento está necesitando el país”.
Y agregó: “No hay un criterio único para distribuir la obra pública. Es política y la política es el arte de manejar la realidad y la realidad es cambiante”.