La Justicia de San Lorenzo investiga el caso de Milagros, una niña de 12 años que fue encontrada sin vida en su casa de Capitán Bermúdez este fin de semana. Su familia asegura que la niña murió mientras intentaba realizar un reto viral de la red social TikTok y alertó sobre ese tipo de contenidos y sus riesgos.
Fiscalía tiene secuestrado el teléfono de la nena, que fue hallado en la escena del hecho, e informó que «no se detectaron signos de abuso ni participación de terceros». La tía, Laura Luque, quien alertó en la red social Facebook sobre el motivo de la muerte , contó que el «blackout challenge» quedó grabado a través de una videollamada grupal y que hubo “tres intentos” antes del fatal desenlace.
Mediante un enlace que recibió en TikTok, la niña había sido convocada a realizar el desafío «blackout challenge», un reto viral que consiste en que el participante se graba mientras contiene la respiración el máximo tiempo posible hasta el desmayo.
Luque contó en Canal 3 que la nena «hizo tres intentos. En dos no funcionó, pudo zafar la soga en el primero y en el segundo, pero en el tercero no, ella no se pudo quitar la soga. A mí no me lo dicen, se lo dicen creo que al papá y el papá se lo comenta a mi hermana”. La tía de la adolescente relató que la niña fue encontrada por su padre cuando volvió a su casa después de trabajar. Estaba “colgada de una soga». «Se sabe que ella recibió un enlace de TikTok, que estaba en videollamada con unas compañeritas. Seguimos sin entender por qué lo hizo”, dijo.
La muerte de Milagros provocó conmoción en Capitán Bermúdez, la ciudad donde vivía con su papá. «Las mamás y papás creen que tenemos todo encaminado. Pero los adolescentes han entrado a un mundo del que no tenemos las variables controladas. Ahí aparecen elementos sobre los que quizás no hay comunicación abierta”, explicó el psiquiatra Lucas Raspall, quien aconsejó a adultas y adultos conversar con niñes, y supervisar el contenido que consumen día a día en las redes sociales.
“Hay diversos factores que se cruzan acá. Los chicos pasan mucho más tiempo adentro, en sus casas e incluso cuando están en un club o la casa de una amiga, están con el teléfono», agregó. “Tenemos que hablar de los videos y de las cuestiones a las que nos incentivan, como la de los riesgos. Hay que decir que no”, concluyó.