La Ministra de Salud, Carla Vizzotti, habló sobre el revuelo generado a partir de la carta enviada por la asesora presidencial, Cecilia Nicolini, y reconoció que ese tipo de presiones a las naciones productoras de vacunas es una práctica habitual en el transcurso de la pandemia.
Vizzotti dio declaraciones en la radio El Destape, e indicó que “ante una situación que es mundial, como la venimos viviendo desde hace meses, y ante una dificultad en la producción, no sólo del Instituto Gamaleya sino de todos los laboratorios productores de vacunas del Mundo, la verdad que es algo muy habitual estas negociaciones, estos pedidos, estas ‘presiones’. Y si no lo hacemos nosotros, lo hacen otros”.
“Es una práctica muy común enviar mails a los proveedores y discutir los contratos. Solicitar y ‘gestionar’ para que se cumplan esos contratos. Imaginate que todos los países del Mundo necesitan lo mismo y al mismo tiempo”, agregó Vizzotti.
La ministra de Salud reconoció que tanto ella como Nicolini son las dos responsables del Estado argentino en mantener este tipo de negociaciones con los laboratorios productores de vacunas, así como se encargan de controlar y hacer que tengan que cumplir los contratos establecidos.
El Gobierno espera que en los próximos días Rusia envíe cientos de litros del componente de la segunda dosis de la vacuna Sputnik V. El intervalo ideal era de 21 días, período que luego fue extendido a 12 semanas por el Consejo Federal de Salud, ante las constantes demoras en los envíos por parte de Rusia. Más de un millón de personas ya superaron ese lapso de tiempo sin recibir su segunda vacuna.